He pensado que en mi primer post os voy a contar un poco más sobre mí. Si has llegado hasta aquí probablemente ya sepas que soy escritora de novela romántica. Escribir es mi pasión. Siempre lo ha sido. Supongo que por eso constantemente tengo una historia rondando la cabeza, o algo que me apetece mucho escribir.
Nací en Madrid, pero desde hace un tiempo vivo en California. Cambiarme de país fue el empujón definitivo que necesitaba para perseguir mi sueño y retomar mi primera novela “Cien razones para odiarte” (algo de lo que estoy muy orgullosa).
Lo de imaginar historias me viene desde pequeña. Y es que cuando no podía dormir me imaginaba un montón de historias de amor, de ahí que cuando empecé a jugar a los SIMS años más tarde el rasgo que siempre me ponía primero era: romántica empedernida. Esas dos palabras me definen, pero no son las únicas.
Me encanta ver películas y series. Soy muy fan de Harry Potter y de Marvel. Y por supuesto me encanta ver películas románticas (y si ya son navideñas y de Netflix mejor que mejor).
No puedo vivir sin música. Y eso es así desde que tengo uso de razón. Creo que he tenido la mayoría de los reproductores de música que han existido: el walkman (que tiempos aquellos en los que no dejaba de rebobinar el Wannabe de las Spice Girls), el discman (mi primer cd fue Dile al sol de La Oreja de Van Gogh), después llegó el mp3 (tuve unos cuantos), el mp4 y de ahí me pasé a mi querido y adorado Spotify. Vivo pegada los Airpods y a los Bose. Y es que es una realidad que no imagino la vida sin música. Todo es más divertido cantando y bailando, ¿no?
Tengo muchas canciones favoritas. Demasiadas. No podría elegir solo una. Va por semanas. Soy de esas personas que cuando descubren una canción nueva se la ponen en repeat hasta que se la aprenden, aunque eso signifique escucharla treinta veces seguidas (quien dice treinta, dice quinientas). Y con los artistas me pasa parecido. Me gustan muchos, pero aquí sí que puedo deciros que Taylor Swift es una de mis favoritas. Tuve la suerte de poder verla en Dublín y la verdad que es el concierto donde mejor me lo he pasado de mi vida. Otra realidad relacionada con la música es que me sirve de fuente de inspiración. Eso, y salir a correr.
Y hablando de cosas sin las que no puedo vivir está mi bebida favorita: el café. Me apasiona. Me encanta. Y ya puestos me gusta mucho casi cualquier plato de la gastronomía española. Benditas croquetas. Bendita paella. Bendito pulpo a la gallega. Bendita tortilla de patata y por encima de todo: bendito fuet (sin duda esto es una de las cosas que más echo de menos viviendo fuera). Y la vida también es mejor con Nutella. Todo hay que decirlo.
Sin más, me despido después de este breve resumen.