Por fin Cien razones para odiarte en mis manos

Queda solo una semana para que Cien razones para odiarte llegue a librerías y una parte de mí todavía no se cree que esto me esté pasando a mí. Llevo tanto tiempo viendo el libro en un documento de word guardadito en mi ordenador, que no puedo describir con palabras lo que sentí el otro día al abrir la caja de Penguin y verlo impreso. En cuanto lo cogí me embargaron un montón de sensaciones, y es que al final un documento de word no se puede tocar ni se puede oler.

Claro que también hace que la cubierta sea preciosa y hace que sea imposible dejar de mirarlo. Creo que así debía sentirse Bella Swan al mirar a Edward Cullen en la cafetería del instituto.

Si ver el libro ya me provocó un vuelco al corazón, ni os cuento lo que es pasar las páginas una a una y ver plasmada la historia que tanto tiempo me ha costado construir.

Os dejo aquí el link al vídeo del unboxing que colgué en mi Instagram, donde como no podía ser de otra manera se me saltan las lágrimas y me entra la risa. Lo que os decía, esto es una montaña rusa de emociones, con subidas, bajadas y loopings con los que es imposible que no se te suba el estómago a la boca.

Ya lo dije por Twitter, y lo vuelvo a repetir, este libro me ha cambiado la vida. Y aunque este viaje empezó hace tiempo, tengo la sensación de que la aventura no ha hecho más que comenzar.